He superado muchas barreras, sobre todo las personas que no creían que podía jugar al mismo nivel que los demás. Lo logré con disciplina, entrenando todos los días y confiando en mí, aunque a veces fuera difícil. Aprendí que cuando uno cree en sí mismo y tiene apoyo, no hay límites. Hoy estoy demostrando que sí se puede, y que los sueños se alcanzan con esfuerzo y corazón